Gandia (Valencia), 9 -10 de septiembre de 2010.
Podemos decir que desde la mitad del
siglo XX, se ha visto la tendencia de resolver los problemas de la educación
con herramientas creadas y para implantar
nuevas necesidades (Sancho, 2009)
Sancho, hace mención a la falta de autonomía
intelectual, política, económica y
tecnológica del ámbito de la educación. Una carencia que impide el desarrollo
de propuestas educativas que basadas en la investigación sobre “Cómo se aprende” integre los
componentes artefactuales, simbólicas, organizativas y biotecnológicas que sean
adecuadas para lograr los propósitos de la educación.
Hoy en día encontramos el fenómeno llamado “Web 2.0”
que en el ámbito educativo se le conoce como: “Escuela/clase 2.0” en el que priman las
aplicaciones digitales y desconsideran toda investigación relacionada con la
complejidad cognitiva, emocional y organizativa de la educación que
obstaculizan que las aplicaciones de estas se plasmen en las prácticas
educativas contribuyendo a un mejora en la enseñanza y el aprendizaje.
Lo que parece configurar la
Web 2.0 más allá de
todo su impacto comercial es la interacción que se logra a partir de diferentes
aplicaciones que facilitan el compartir información, la interoperabilidad, el
diseño centrado en el usuario y la colaboración.Un sitio Web 2.0 permite a sus
usuarios interactuar con otros usuarios o cambiar contenidos del sitio Web, en
contraste con sitios Web no interactivos.
Una concepción errada es considerar que
cada nuevo desarrollo tecnológico dará respuesta directa e inmediata a los
problemas de la educación. El hecho de que se integre y magnifique todas las
herramientas preexistentes y permita utilizarlas con relativa facilidad posibilita lograr los objetivos educativos sin
necesidad de introducir cambios
significativos en las actitudes y posicionamiento de los docentes. Esta
perspectiva a de afrontar 2 cuestiones:
la primera es que como toda visión educativa centrada en la moderna tecnología,
ya la esta dejando obsoleta la irrupción de la Web 3.0 . La segunda es que la investigación se
empeña en mostrarnos que el fenómeno de
la enseñanza y el aprendizaje es más complejo.
Podemos concluir diciendo que la Escuela 2.0 no sólo necesita de ordenadores con acceso
a Internet y sitios Web con tecnología 2.0, 3.0… también de responsables de políticas
educativas, educadores con formación en el uso de recursos tecnológicos y de
familias capaces de entender los cambios que se están produciendo en las
maneras de aprender. El rol del docente
es fundamental en un VERDADERO CAMBIO EN LA EDUCACION basada en la
tecnología Web 2.0, cuando asume el papel de mediador o facilitador del
proceso de aprendizaje capaz de aprender a prender y promover el desarrollo de
diferentes proyectos innovadores que le
conlleven al alumno a dar respuestas a los nuevos cambios y estar acorde de los
nuevos avances tecnológicos del este mundo globalizado.
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